A llargues
El
juego de llargues fue la modalidad
practicada preferentemente tanto en la calle como en el trinquete antes de la
introducción de la cuerda. En realidad, esta modalidad junto a les ratlles, será la que servirá de modelo
para el resto. En les llargues, la
pelota tiene que ser jugada por el aire o en el primer bote, es decir, a lo
alto; en el raspall no importa en
ningún momento el número de botes de la pelota.
Esta modalidad se practica en la
actualidad en la calle. En la comarca de la Marina es, sobre todo, donde se ha
mantenido con más vitalidad.
Para
jugar a llargues, se necesita delimitar el terreno de juego en unos setenta o
setenta y cinco passes. Siempre se
intenta que la calle sea plana pero, cuando esto no puede ser posible, en la
parte de abajo se situaba el rest. De
este modo se intentaba contrarrestar la ventaja que pudiera tener el equipo que
sacase. Lo mismo sucede cuando una parte del campo es más estrecha que la otra;
la parte más estrecha será para quien tenga el saque.
La
calle estaba delimitada por dos rayas llamadas quinzes. Arriba estaba el quinze de la banca y el de abajo el quinze del rest. Y una tercera que
dividía el campo en dos partes, la falta,
que estaba a unos cuarenta o cuarenta y cinco passes del saque, mientras que de la banca solo había unos treinta o treinta y cinco. Detrás de la línea
de quinze, se sitúa la parada.
El
saque siempre es lo más importante de la partida. Por eso, cuando se organiza
una partida, se hace a partir de la banca, es decir, del que tiene que sacar. A
este jugador también se le conoce con el nombre de traedor. La manera de sacar también es muy variada e, incluso,
según la forma de sacar, de hablará de diferentes modalidades de juego.
Cuando
la pelota se encale, será considerada quinze
o ralla según el pueblo y la situación de la partida. Esto es otra
particularidad del juego de pilota en la calle.
Al
jugar al aire libre, puede ser que la pelota no se pare, sino que se detenga
involuntariamente. A este hecho se le denomina fer una ratlla. Con una vez que pase esto, el juego continúa, pero
si pasa dos veces, el quipo que estaba en el rest pasará al traure.
En
el juego, les ratlles son marcadas
con unas líneas hechas en el suelo o, lo más corriente, con unas tejas
marcadas con los números uno y dos que
se llaman marxes y se colocan donde
son hechas.
Una
variación de esta modalidad es la de a
contramà cuya diferencia era la forma de saque.
A curtes
Existe
una modalidad muy parecida a les llargues que se llama les curtes. Tienes las
mismas características con respecto a las formas de saque y el desarrollo de la
partida pero tiene el saque limitado.
A galotxa y a perxa
La
galotxa constituye otra modalidad del
juego de pilota muy similar a les llargues.
La diferencia es el comienzo de cada quinze.
Esta, era conocida por casi todas las comarcas valencianas.
La
galotxa y perxa tienen características muy similares. En muchas comarcas, estos
dos, se refieren al mismo juego.
A raspall
El raspall constituye una modalidad dentro
de la pilota es totalmente diferente a las nombradas anteriormente. En esta, no
importa en ningún momento el número de botes de la pelota, e incluso la pelota
puede rodar por el suelo. Esta modalidad también es conocida por otros nombres:
raspallot, raspa, raspot y sarpallot.
Jugado
en la calle, el terreno del juego del raspall
no se diferencia del utilizado para jugar a les llargues.
El
raspall es practicado, desde siempre,
en las comarcas valencianas situadas en el sur del rio Júcar.
A pared
La
pilota jugada a pared, rompe las características generales de la pilota
valenciana y se acerca más a la actual pilota vasca. En esta modalidad, los dos
contrincantes ya no se encuentran separados en dos campos diferentes, sino que
ambos ocupan un mismo espacio de terreno y golpean la pelota contra una pared.
A
pared se jugaba en la calle, pero hoy en día solo se juega en los frontones.
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